Pasear por Barcelona es una de las mejores experiencias que puede realizar un ser humano. Me encanta esta ciudad. Me apasiona. Estoy enamorado de ella. Y en pocas ocasiones te defrauda. En uno de estos paseos cerca de la Catedral, me percaté de una imagen increible. La Luna y la Catedral estaban jugando al escondite. Era curioso y misterioso la forma como el astro se colocaba detrás de una sus torres y poco después volvía a aparecer. Este juego proporcionaba una imagen genial que daba la sensación como si la Catedral se moviera a lo largo del tiempo. La verdad es que me costó un buen rato conseguir esta fotografía, pero con paciencia al final la conseguí.
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