Creo que todo lo que pudiera decir del Golden Gate seria insuficiente. Todavia recuerdo cuando llegas con el autobús 28 y de pronto lo ves allí, como si nada. Ese puente que has visto en tantas ocasiones en las películas, y ahora lo tienes delante, posando para ser fotografiado. Sencillamente increible. El Golden Gate es unas de las excusas para venir a San Francisco.




Después de hacer infinitas fotos de este maravilloso puente flotante, alli dónde te dejo el número 28, se puede tomar el 29, y dos paradas después (pasado un puente), está la fabulosa playa de Baker Beach, donde hay unas increibles vistas del G. Gate y si hay suerte y hace viento, hay surfers haciendo locuras. Como se puede contemplar en mis fotografías, yo no tuve suerte. Pero la tendré.

Vistas del Golden Gate desde Baker Beach.